El artista criptanense Javier Mateo expone sus acuarelas en la Posada de los Portales
Desde el pasado viernes y hasta el 23 de este mes de mayo se puede contemplar en la Posada e los Portales la exposición de acuarelas “Del color y el Agua”, del artista de Campo de Criptana Javier Mateo.
La muestra, que lleva por título “Del color y el Agua”, se podrá visitar hasta el 23 de mayo Desde el pasado viernes y hasta el 23 de este mes de mayo se puede contemplar en la Posada e los Portales la exposición de acuarelas “Del color y el Agua”, del artista de Campo de Criptana Javier Mateo.El artista, que expone por primera vez en Tomelloso y por primera vez también, en solitario, capta en sus obras, muchas de ellas paisajes urbanos manchegos, la luminosidad de su tierra natal que, asegura, “es sensacional y única”.Para Javier Mateo, la acuarela es una técnica “muy curiosa” y “un poco compleja de aprender”. Comenzó a pinar al óleo y algunas cosas con acrílico, pero en el momento que descubrió la acuarela le empezó a enganchar y desde hace tres o cuatro años se dedica a ella de manera más intensa. Se hizo socio e varias asociaciones de acuarelistas, lo que le permitió conocer a muchos artistas de los que, asegura, ha aprendido mucho más. Eso, unido a su interés por los acuarelistas británicos, australianos y americanos, le ha permitido conocer a fondo una técnica que, según apunta, “está en España en plena ebullición”.Aunque dentro de la acuarela hay muchas tendencias, Mateo asegura que él se ha decantado por un estilo muy definido en el que las obras adquieren un aspecto más seco. “El agua -explica- juega un papel fundamental en el aspecto final de la obra y es muy caprichosa a la hora de pintar y trabajar con ella”.De él ha dicho Mario Alonso Aguado, de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo que “le gusta recrear cuanto le rodea y forma parte de su ser más íntimo y cotidiano” y que “fija su mirada en los amplios horizontes manchegos, teñidos de atardeceres únicos, de cielos elevados fundidos en azules de diversas tonalidades”.En la exposición que presenta en Tomelloso se pueden contemplar los gigantes de su pueblo natal, esos molinos que tocan el cielo con sus aspas, aguas bravas, las estrechas calles de Toledo, fachadas encaladas típicas manchegas y varios bodegones, pero no faltan tampoco estampas marinas, un portón veneciano y hasta un vendedor de pollos.Francisco Javier Mateo Rodrigo nació en Campo de Criptana en 1962, donde se inició en el dibujo. Fue en Londres, hasta donde viajó para completar sus estudios, donde conoce la obra de numerosos acuarelistas británicos, australianos y americanos como Sargent, Turner, David Curtis, John Yardley o Charles Reid y donde comienza su inclinación hacia la acuarela.A su vuelta a España se inicia en el aprendizaje de la técnica de la acuarela de forma autodidacta con ayuda de diferentes libros de autores españoles y extranjeros.Pertenece a la Agrupación Española de Acuarelistas (AEDA), y a otras asociaciones de acuarelistas como la vasca y la andaluza así como a otras asociaciones y foros relacionados con la acuarela, entre ellos Hispacuarela, un portal de acuarelistas de habla hispana.Ha sido seleccionado recientemente en certámenes nacionales de pintura en Caudete, Mota del Cuervo y Vinaroz, y ha realizado numerosas exposiciones colectivas junto a las diferentes asociaciones a las que pertenece. Sus acuarelas se pueden encontrar en Alicante, La Coruña, Madrid, Toledo, Alcalá de Henares, Tomelloso, Campo de Criptana, y Herencia entre otras y todas ellas pertenecen a colecciones privadas.