El dibujante Carlos Giménez participará este año en el acto de entrega de premios del Concurso de Cómic convocado por el programa Alcazul, en el que ha obtenido el primer premio, dotado con 750 euros y diploma, Izaskun Sáez Velasco, de Baracaldo, por el cómic “Mentiras”.
El primer premio fue para Izaskun Sáez Velasco por un trabajo titulado “Mentiras”El dibujante Carlos Giménez participará este año en el acto de entrega de premios del Concurso de Cómic convocado por el programa Alcazul, en el que ha obtenido el primer premio, dotado con 750 euros y diploma, Izaskun Sáez Velasco, de Baracaldo, por el cómic “Mentiras”. El segundo premio, de 600 euros y diploma ha sido para Aurelio Moreno Cabanes y Jesús Ortega Jareño, por su trabajo, “Etiquetas”. El jurado, integrado por el diseñador gráfico Joaquín Díaz Vallés, la coordinadora del programa Alcazul, Isabel Armero Jiménez, el dibujante de cómic Pedro Salinas Moreno y el especialista en cómic Vicente Morales Becerra, decidió además dejar desierto el premio al mejor de Tomelloso, dotado con 450 euros y diploma. En total se han presentado a este concurso 13 trabajos. La entrega de premios tendrá lugar el próximo día 24 de noviembre en el Auditorio Antonio López Torres, donde después, el dibujante Carlos Jiménez hablará de “Los tebeos en la posguerra”. Carlos Jiménez nació en 1941 en el madrileño barrio de Embajadores. Su padre, Vicente era un hombre de Tomelloso que fue a vivir a Madrid para montar un taller de soldadura autógena y eléctrica, junto con otros socios. Después de numerosos avatares en su vida y llevado por su amor por su afición a la lectura de tebeos, conoció al dibujante López Blanco, con diecisiete años. Comenzó a ser su ayudante, haciendo fondos, añadiendo alguna viñeta y a veces, pasando a tinta unos dibujos a los que Blanco daba el toque final. Después de un año, comenzó a trabajar en la agencia Ibergraf, donde ilustró dibujos que, bajo el titulo “Curiosidades, muestran anécdotas o casos más o menos insólitos que rebuscaba en enciclopedias. El paso siguiente fue formar un estudio a medias con Esteban Maroto. Su primera serie fue el oeste de “Gringo”. Después vino Barcelona, donde coinciden varios dibujantes que deciden hacer trabajos comunes para pagar los gastos de la pensión. Entre sus cómics destacan: Paracuellos, Los profesionales, Rambla Arriba rambla abajo o historias de sexo y chapuza.